jueves, 31 de mayo de 2012

Artículo 3º. Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado-Federación, Estados y Municipios impartirán educación preescolar, primaria y secundaria. La educación primaria y la secundaria son obligatorias.
La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.
I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa.
 II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, la servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
III. Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el segundo párrafo y en la fracción II, el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio de la educación primaria, secundaria y normal para toda la República. Para tales efectos, el Ejecutivo Federal considerará la opinión de los gobiernos de las entidades federativas y de los diversos sectores sociales involucrados en la educación, en los términos que la ley señale.
IV. Toda la educación que el Estado imparta será gratuita.



La educación está siendo manejada por sectores políticos a quienes no les interesa el aprendizaje significativo de los alumnos. Se puede decir que les es conveniente mantener a la población un tanto inculta para que no pueda conocer sus derechos individuales y como ciudadanía, y por lo consiguiente no pueda reclamarlos.
Es sabido que no toda la población cuenta con una educación, sobre todo las comunidades indígenas que dificilmente se voltean a ver. Ciertamente como Justo Sierra lo expresaba "la pobreza, quizá hasta la miseria, de grandes sectores del pueblo interfiere la obligación; los pobres no mandan a sus hijos a la escuela pública por imposibilidad material, porque no pueden sostenerlos decorosamente, ni renunciar a su cooperación en el trabajo".
El fomento de amor a la Patria, es más bien un ritual que se hace en las escuelas como los honores a la bandera y demás,  lo importante sería recibir una educación como ciudadanos en donde se enseñe realmente la solidaridad, la independencia, la justicia, la igualdad pero sobre todo la libertad responsable. El amor a la Patria comensaría justamente con el estudio de la historia de la misma, de la geografía del territorio mexicano y del civismo constitucional.
Con las actuales evaluaciones, el progreso científico queda un tanto descartado ya que los estudiantes tienen que dedicarse a memorizar contenido para aprobar un examen. 
Los prejuicios son claramente observados por parte del docente quien etiqueta a sus alumnos para bien o para mal. 
Se dice que la educación que el Estado brinda es gratuita; sin embargo, las cuotas resultan ser voluntariamente obligatorias.
Finalmente, el artículo 3° como muchos otros postulados, sólo son teorías, escritos, ideas que no se llevan a cabo con éxito  o sólo se cumplen a medias resultado de la lucha de poderes y la ambición, la falta de recursos, o simplemente el desinterés. 

2 comentarios:

  1. Hechos que lamentablemente siguen contribuyendo en perpetuar la opresión y las desigualdades.

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  2. depende como lo vean si es negocio o si realmente tenemos vocación los maestros

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